JESUS EL MÉDICO
- Observa las siguientes imágenes.
- Escucha las siguientes historias.
(Juan 9:1-41)
Mientras pasaba Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento, y sus discípulos le preguntaron diciendo: —Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que naciera ciego? Respondió Jesús: —No es que éste pecó, ni tampoco sus padres. Al contrario, fue para que las obras de Dios se manifestaran en él. Me es preciso hacer las obras del que me envió, mientras dure el día. La noche viene cuando nadie puede trabajar. Mientras yo esté en el mundo, luz soy del mundo. Dicho esto, escupió en tierra, hizo lodo con la saliva y con el lodo untó los ojos del ciego. Y le dijo: —Vé, lávate en el estanque de Siloé—que significa enviado—. Por tanto fue, se lavó y regresó viendo. Entonces los vecinos y los que antes le habían visto que era mendigo decían: —¿No es éste el que se sentaba para mendigar? Unos decían: —Este es. Y otros: —No. Pero se parece a él. El decía: —Yo soy. Entonces le decían: —¿Cómo te fueron abiertos los ojos? El respondió: —El hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó los ojos y me dijo: “Vé a Siloé y lávate.” Entonces cuando fui y me lavé, recibí la vista. Y le dijeron: —¿Dónde está él? El dijo: —No sé.
Jesús sana a un paralítico
(Marcos 2:1-12)
"Entró Jesús otra vez en Capernaum después de algunos días; y se oyó
que estaba en casa. e inmediatamente se juntaron muchos, de manera que
ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. Entonces
vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. Y
como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el
techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que
yacía el paralítico. Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico:
Hijo, tus pecados te son perdonados. Estaban allí sentados algunos de
los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones: ¿Por qué habla éste
así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios? Y
conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera
dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros
corazones? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son
perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda? Pues para que
sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar
pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y
vete a tu casa. Entonces él se levantó en seguida, y tomando su lecho,
salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y
glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa."
- Cantamos con alegría.
Jesús sana hoy
Todo el pueblo estaba reunido
para que Jesús les sanara, les sanara, les sanara
muchas personas poseidas de espíritu
le gritaban que les sanara, les sanara, les sanara
Jesús sana hoy, sana hoy
Jesús sana hoy y siempre sanará.
Un leproso se le acercó
y ante él, se arrodilló,
le suplicó, si quieres puedes limpiarme,
si quieres puedes limpiarme
Jesús sintió compasión y su mano extendió
al instante la lepra limpió
y sano el quédó, y sano el quédó
Jesús sana hoy, sana hoy
Jesús sana hoy y siempre sanará.
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